Wednesday, November 27, 2013

Bodas de negro?

Abriendo el viejo álbum de fotos de mis padres, me di cuenta que mi primer matrimonio arrancó sin uno, sin vestido blanco y sin ninguna fiesta de bodas.
Una cena, un vestido negro, un tímido festejo y una luna de miel condicionada a tiempos familiares y pocos recursos económicos.

Muchos errores por la sana inmadurez de los novios que no pusieron  condiciones para proteger su tiempo.
La elección del color de mi vestido a los 23 años marca claramente el horrible vínculo con mi madre entonces, y mi rebeldía plasmada en primer plano.

Perfectamente se que algo haría si una de mis tres hermosas hijas decidiera vestirse de negro el dia de su boda! Soy distraida pero no tanto.
Nutrida de una juventud sin mas osadía que el deseo de vivir juntos, en el seno de dos familias tradicionales, era mejor garantizarse vernos casados que imaginarnos cada uno por su lado, despues de 8 años de noviazgo.


Una pareja en la cual realmente crecimos juntos, una pareja en donde era difícil esconder quien íbamos siendo, convivir en la juventud te hace imposible no ser transparente.



Sin embargo ese matrimonio fundado en compañerismo, amistad y cariño se terminó cuando la historia de los niños, la casa, el perro y los autos, se comieron al amor que quedo olvidado vaya a saber entre medio cuantas obligaciones y rutinas.
Muchas quejas y reclamos. Mucho vértigo y demasiada calma simultáneamente.

 
 Dos soledades juntas, crecimiento patrimonial y pasión dispersa.
Separados como pareja, aunque inseparables en el rol de padres.

Nuestros tres increíbles hijos, creciendo tristes, pero incondicionalmente amados por un sólido equipo de papas comprometidos, cada uno como pudo pero juntos.

Entonces vinieron a mi mente las fotos de mi segunda experiencia de pareja.

Porque no solo divorciarse por primera vez fue difícil, sino que convivir sin libreta no estaba en mis planes, menos aún esperando una hija.
Aunque mis características fueran no convencionales, si lo eran las raices de mis valores y mi concepto de familia.
 Y así un hermoso embarazo de 6 meses se hizo presente con un vestido largo de novia, seguramente parte del deseo recuperado aunque sin mi ansiado sacramento religioso tampoco, esta oportunidad si trajo festejo.

 Fotos que muestran dos mundos diferentes intentando unirse en matrimonio.
Luna de miel de mar tibio y transparente y regreso para inicio de clases.
Familia ensamblada y el desafío de convivir dos historias en una misma casa,
Aunque pudimos si, armar un álbum que me dejaría recordar esos momento, nunca pude volver a verlo.
Es parte de la historia parte de quienes seguimos siendo a pesar de haber terminado diez años mas tarde y parte imprescindible para ser recorrido por quienes nacieron del amor tan celebrado entonces.
Mis hermosos hoy dos adolescentes hijos.
Pero a los 38 años  como teníamos ambos entonces, me di cuenta que dos personas no comparten su historia ni tan espontánea ni tan transparentemente.
Nunca realmente sentí que llegué a conocer quien verdaderamente era aquel hombre que decidió acercarse extraño y misterioso simultáneamente.
Si seguramente bienvenido organizador de un portaviones al mando de una capitana impredecible y cambiante.
 Alivio que luego cobró caro el peaje.
A pesar del reencuentro, a pesar de la convivencia y el compromiso sellado con Juez y todo, seguimos siendo aún hoy dos desconocidos. 
Demasiado aprisa, demasiado entusiasmo, demasiada necesidad de un hombre con presencia física a mi lado, con muy poco tiempo para vislumbrar que éramos incompatibles.

Y la última pareja que tuve, también quedó como historia.

Creíamos haber encontrado todo lo que jamás supieramos tan deseado, el compañerismo, la amistad, la pasión, el desafío de un par de seres  con una inteligencia seductora y la pasión por largas charlas, que nos hacía protagonistas de largas tertulias y mágicos encuentros. 

También combinamos novedad, adrenalina y muchos sueños individuales y pasiones.
Sumamos a nuestros hijos.
Armamos un proyecto.
Ciertamente la acción propuso también el peor de los incordios, un pequeño detalle de singular peso, viviamos en hemisferios opuestos del mundo.
 Nada mas excitante que vivir del amor de esos reencuentros, nada tan costoso y disruptivo para nuestros trabajos y nuestras familias.

Sin manejo de mi idioma, vivía subtitulando todos sus viajes. 
Amigos que no manejaban inglés quedaron fuera del intercambio, y el deseo de estar juntos se fagocitaba la vida cotidiana. Vivíamos aislándonos egoístamente para tomar todo lo que la vida podía ofrecernos.
 Trabajos diferentes, sin chances de poder emigrar a corto plazo, las consecuencias emocionales en nuestras familias, y la distancia nos fueron separando mientras la realidad empezaba a traernos en carretillas colmadas las consecuencias adversas no tenidas inicialmente en cuenta.

Cuántos hubieran frenado la película el primer día, en que la propuesta sincera de amarse se plantea acompañada por 9000 km de distancia?

Cuantos adultos concientes, serios y maduros se comprometerian a verse cada tres semanas con lo que implican solamente los traslados?

 Un final inesperado, por varios motivos definió la dolorosa situación que ninguno de los dos espontáneamente definiría.  
Porque seguíamos amándonos intensamente.
La distancia se encargará aún del resto, porque separarse es demasiado fuerte para el final del amor casi por decreto forzoso.



Mi reflexión es a partir de mi historia, que es bastante buen ejemplo de vida. De una vida de un adulto con TDAH.

Quienes somos y quienes mostramos rara vez coinciden, las historias del pasado se tiñen beneficiosamente, y así somos héroes y heroínas o sencillamente damnificados.
En todas las relaciones humanas.
El mayor acercamiento a la verdad aparece en cómo cada uno de los dos encara  oportunamente la separación en cada historia. O cuando se presentan conflictos de intereses.

Seres con valores diferentes, quedaron en evidencia rápidamente, seres de valores parejos danzaron juntos diferentes tiempos.
Y en medio los hijos, que pudieron crecer protegidos en el amor o rehenes de un litigio.
Cuantas oportunidades existen para que alguno se atribuya errores y malas decisiones?

Sunday, November 24, 2013

Sombras desconocidas.



Mirando el calendario quito la hoja de Octubre y sintió el peso del tiempo.

Nuevamente apareció la sombra de la soledad sobre su vida.
Otra vez sopa, como decía su abuela.


Cuando se conocieron el vértigo fue el primer plato.
La pasión las coincidencias, momentos de reconfirmación de cuan perfectos eran uno para el otro.

Tan vertiginosamente que se habían pasado varios meses entreverando sus historias y sus cuerpos.

El no se imaginó tampoco esta vez que quedaría fuera de juego.
Aunque fuese él quien se bajase antes de ser olvidado. 



Un pequeño detalle, que poco cambiaba el final del cuento. Pues tampoco peleaban por recuperarlo.

Algo que hacía sin lugar a dudas, era acomodarse.

 Para hacer que  sintieran que el estaba dispuesto a compartir su vida, a ser flexible, a ser buen compañero.
Como lo hiciera siempre. Desde pequeño. 
Tan acomodado como lo son las sombras. Perfectamente detrás o a su lado.

De tanta flexibilidad en su complacencia, aparentemente  terminaban sin verlo. 
O aprovechando su generosa entrega, le dejaban en el estante, como un juguete que ya no despierta ningún atractivo.

El mundo entero parecía desconocer quien era. 
Ahora se daba cuenta que ni él mismo tenía idea de quien había sido.

Martín era apuesto, aún lo suficientemente joven como para ser un buen candidato también en la alcoba.
Repasaba una y otra vez la escenas, mientras se llenaba un vaso con dos medidas de whisky y volcaba un par de hielos.




Que fallaba sistemáticamente?
O sería que era demasiado romance para el siglo XXI?
Un iluso, un idealista.
Eso era seguramente.

O un experto en elecciones erróneas?

Porque ya tenía el récord, de ser un excelente escucha para cada una de sus parejas, entre otras cosas.

Y estaba seguro de sus registros... O no tanto?
Sería posible que de golpe soltaran amarras sin él a bordo? O lo abandonen por otro.

Otra vez alguien cuyo amor aparentemente había conquistado, lo dejaba en el banco.
Así se sentía.

Un tipo lleno de talentos, buena persona, inteligente, un educado caballero que era invitado a salir por la puerta de servicio, u olvidado en algún desván o altillo.
Llevaba una rudimentaria estadística.
Evidentemente no tenía problemas iniciando historias amorosas.
Y de ser un amante apasionado.
Parecería que a poco de la partida algo se generaba para que volviese a sentirse solo.
Ese era otro de los problemas.
Cuando estaba solo, se llenaba de angustia, brotaba soledad por sus poros,y un tendal de juicios destructivos en hilera se hacían presentes.
Nadie puede quererte, sos un perdedor, un don nadie, sos un fracaso, cuando vas a darte cuenta?
Lágrimas tan transparentes como él alma que ofrecía.
Lo había sentido siempre, en cada instancia, en cada etapa peleaba con un monstruo de sombras.


Una transparencia que probablemente fueran las generadoras de la huida repentina de quien le acompañase entonces.
Podría ser que la urgencia hija de su ansiedad, llevaba a quemar las naves recién desembarcado? 
Era la pasión abrumadora o era su franca adaptabilidad que lo hacían dócil?
La pasión daba paso a una profunda tristeza. 
Ambas intensamente arraigadas en su cuerpo.

Lo peor de todo es que seguía repitiendo la vivencia del peso de la sombría cotidianidad pero no lograba acostumbrarse. Tal vez eso era bueno.
Tal vez debería esperar hasta ser realmente elegido.
Se daba cuenta que nunca lo había pensado siquiera.

Amar al hombre solitario y distraído sería posible? 
Amar como él amaba. O tampoco él sabía del tema.

Siempre voló en sus sueños, y su motivación levantó vuelo, para desbarrancarse en 30".

Tomo Martín el teléfono y decidió llamar para pedir ayuda.

Algo le decía que necesitaba romper el perpetuante circuito de destratos, abandono, o indiferencia.

No era algo habitual que dijese basta.
Eso le generó una brisa de esperanza.
Una brisa, simplemente pero de aire fresco.
Buscó una lapicera y apuntó el turno. Jueves, a las 19 hs.



Miró el vaso, se acercó a la pileta y volcó su contenido, sonriente a pesar de que era de los mejores whiskys que tenía.
No deseaba mas anestesiarse, no quería repetir viejas historias familiares.
Mejor se calzaba sus zapatillas y salía a correr junto al río, allí a esa hora seguro que encontraría la única sombra que aceptaría cargar a cuestas.


Jueves, repetía, Jueves.





Norma Echavarria
noviembre 24. 2013






Tuesday, November 12, 2013

No te olvides, no me olvides

Si preferis escuchar esto, hoy podras hacerlo. Si no puedes leer...tal vez esto es mejor para vos Musica Somewhere in time, John Barry & Roger Williams. Comprar en I tunes. Todos los derechos al autor



Cuantas veces en la vida las cosas que nos suceden retornan para asegurarse que entendamos aquello que vinimos a aprender?

Cuantas veces sin darnos cuenta ponemos toda la energía en amar a quien no nos va a poder amar nunca? 
Tal vez en los imposibles se encuentra el desafío que nos enciende el alma adormecida.

Cuantas veces nos damos cuenta que el amor que recibimos no es proporcional al que tenemos disponible para esa persona y en ese momento?
Cuantas veces quien no nos amaba, se despierta para amarnos solo cuando partimos?
Cuantas veces por temor a estar solos, permanecemos instalados en relaciones seguras, pero vacías?
Cuántas veces el amor verdadero va a pasar frente a nuestras narices mostrándonos la sortija, como en las vueltas del carrousel de la infancia?

Porque lo seguro, lo estable puede generar apatía, puede generar aburrimiento sin pausa, pero también calma.
Una danza que parece a veces asincrónica, fuera de tiempo, como desfasada unos grados pero lo suficientemente cerca como para acariciar la felicidad de a ratos, a veces como un carrousel del que intentamos bajarnos sin éxito, o al que deseamos subir sin poder hacerlo..

Tal vez pienso que la característica del Deficit Atencional, es exactamente esa. 
Una impredescible y permanente variabilidad en las respuestas, que hace que mantener una misma motivación, un mismo sentimiento estable y con todo el foco en él sea casi una utopía.
Una conexión-desconexión que hace que olvidemos no solo lo que llevamos en nuestras manos, sino lo  que sentimos, para darle paso a otra escena como dando vuelta de hoja.

Pero si el ciclo motivación-desmotivación, deseo- desinterés, diversión-aburrimiento es parte inherente a la esencia biológica que portamos, cómo resolver semejante profesía de desastre?

El primer paso es darnos cuenta que muchas veces cuando una persona está afectada por este problema, es dirigida, es gobernada por los impulsos, o la ausencia de ellos. 
No por ello los que nos acompañan deberían aceptar incondicionalmente los cambios bruscos de rumbo, obvio.
Y lejos de ser una elección, algo consciente , este cambio sin embargo es un hecho totalmente involuntario.

No, todo no puede recibir la misma explicación simplista.

Pero en verdad, algo se que es parte de semejante epopeya de dolor y sufrimiento de los que vivimos atravesados por el problema.
La forma en que el TDAH impacta a las vida amorosa es en la etapa adulta  tan importante como lo es el vincula de padres con sus hijos  durante la adolescencia y a éstos en el colegio y sus amistades.


Estar en pareja para luego vivir sintiéndonos solos, o estar solos deseando entonces la pareja que soñamos, es un objetivo tanto o mas importante como para darle todo un capítulo aparte. La insatisfacción termina siendo la compañera inseparable.

Nutrirse del romance, es para la vida un desafío.
Para mí el mas importante de todos.




 Porque el romance, el enamoramiento pasa y deja el compromiso y la rutina del amor que require siempre trabajo a conciencia y cuidado del otro. 
Y vivir dentro del amor es lo que nos deja conocernos realmente.


En mi casa había unas flores hermosas, pequeñas celestes, que cuidaba de pequeña. No me olvides, se llamaban.
No te olvides.
Entre tus temas a trabajar, mira como es que decides amar. 
Pues debemos tomar las riendas.
La vida es esto que pasa, diariamente. 
No olvides, no lo dejes para mañana, pues mañana puede ser que el o ella hayan partido.

Norma Echavarría.
12/11/13