Saturday, May 31, 2014

Hazlo


Hoy es un día para hacerlo.
Entonces hazlo.

Me refiero al cambio, hazlo.

Nacemos y morimos libres.
Y la libertad se hace evidente cuando podemos elegir aquello que deseamos. Y darnos cuenta que elegir implica un riesgo, y un riesgo implica la posibilidad de perder, y nos asusta hacerlo.
Pero a cambio de apostar por el amor, está lo que ganamos, sentirnos vivos.

Y una pareja se hace posible cuando ambos eligen, no importa quien es el primero, pero cuando ambos lo hacen.
Y elegirse implica conocerse. Y aceptarse, y animarse a recorrer la vida juntos.

Pues en los inicios de un vínculo apenas vemos la superficie.
Y el brillo no permite llegar a ver el resto.
Y conocernos lleva tiempo. Y nos conocemos cuando adivinamos que elegiría nuestro compañero de vida. Cuando podemos ordenar en un restaurante sin dudarlo, cuando compramos esa camisa o ese perfume, seguros de que será el adecuado.

Y entonces la libertad se hace presente cuando soportamos la ansiedad del ahora mismo, del enamoramiento, del entusiasmo inicial, de la atracción, de la urgencia por estar juntos.
Todo es una anécdota tierna, o graciosa al principio.

Y  entonces cuando aparecen los detalles ocultos, los pequeños malestares, las imperfecciones, las asperezas, las diferencias es cuando el momento de la verdad surge. Y allí es cuando muchos huyen, o cierran las compuertas.

Y quienes somos entonces?
Quienes son los que vemos?

Somos reales, o somos acaso la ilusión de lo que quisiéramos que viesen?

Vernos desde el lado de adentro, nos permite darnos cuenta que pocas veces encontramos en el otro la autenticidad de la simpleza de ser quienes realmente somos.

Nos maquillamos, nos preocupamos por agradarle a ese otro, por deslumbrarlo, por la conquista.
Sacamos del placard nuestras mejores prendas, nuestro brillo, queremos lucirnos, y dedicamos muchas horas del día sólo en pensamientos y mensajes.

Para que dejemos luego, que el tiempo corroa nuestra estructura, la agriete, la opaque, la desdibuje.
Perdemos la poesía, la magia, y las sonrisas y complicidades muchas veces se tornan quejas y peleas. Le dejamos a la cotidianidad espacio de sobra, y arrinconamos el amor en la baulera.

Estás a tiempo si aún están juntos.

Recupéralo.
Hazlo.
Amar es un verbo que implica acción no pasividad.
Entonces ama.

Si puedes darte cuenta que está en ti reelegir a quien elegiste hace ya tiempo, hazlo.
Si puedes volver a sonreír junto a tu pareja por nimiedades, porque sí, hazlo.
Si puedes tomarle de la mano y caminar en silencio, hazlo.
Si puedes mirarle con ternura, cuando cometa los errores mas grandes, hazlo.
Si puedes solo compartir sus fortalezas con otros, sin comprometerte en comentar sus fallas, hazlo.
Si te diste cuenta que a pesar de lo complejo, encontraste el amor nuevamente, anímate, invítalo a caminar contigo, hazlo.

Si puedes ver en el cuerpo las huellas del tiempo, los hijos, las estrías, las canas, la calvicie y amarlo sin comparaciones, hazlo.

Si puedes recordar que el amor se cultiva diariamente, y puedes elegir hacerlo ahora que te has dado cuenta que envejecemos todos, irremediablemente, hazlo.

Porque la vida, es un viaje hecho para compartir.
No todos somos buenos haciéndolo, pero siempre podremos elegir el aprender.

Amar es una acción. Hazlo.

Norma Echavarría
31/5/14