Amar es un
verbo difícil.
No de
conjugar, sino de entender, de aprehender en su sentido, de atravesarlo y
permitirle que nos atraviese sin marcar su senda.
Por ello es
que hay quien está con vida, pero desconectado, quien calcula y piensa el amor
, en vez de permitirse sentirlo.
Quien no
aprenda a conjugar el amar, quien no se apasione, con sus tiempos, vivirá dormido.
Amar la vida
será aprender a amarse.
Amar es
atravesar espacios y tiempos con las manos libres y los sentidos despiertos.
Amar nos expone igual a muchas pruebas a diario, nos deja elegir aunque sintamos todo lo contrario, amar es libertad, y es riesgo, estar fundidos en él o eso otro, sin dejar de sentirnos individuos independientes en el proceso de hacerlo
Amar es
disfrutar del cielo gris y de la lluvia cuando esperábamos sol, y sonreírle a
nuestras incertidumbres desprendiéndonos del miedo.
Porque amar es
confiar en que podemos siempre, porque todo pasa, y nos hace mas fuertes, y mas
sabios si somos conscientes de nuestro protagonismo.
Amar es el
único verbo cuya conjugación marcará el destino de nuestros días aún sin
saberlo.
Si amas, si
sientes el cosquilleo de la vida podrás entender cual es el sentido del resto.
Amar implica
trabajar pero sin sentir malestar ni esfuerzo por hacerlo.
Amar es
disfrutar y disfrutarse.
Amar es tiempo, amar es dejar espacios y lograr
confianza.
Amar no es manipulación ni amenaza, no es castigo ni premio.
El
verdadero amor es concebido y desarrollado en libertad, sin dueño.
Porque amar es
lo que sucede cuando saltas sin puente, cuando no calculas si es conveniente,
cuando tu ser desaparece en eso o ese otro amado.
El amor es calma en
movimiento, es un barco y no un puerto, a veces debe cambiar el rumbo para no
romperse en el intento o la resistencia.
Amar genera
temor en quien busca poder, pues amar nos deja vulnerables si tenemos testigos,
amar no resiste defensas, ni estrategias.
Amar sin
embargo es lo que solidifica nuestros cimientos y funda la seguridad de quienes
somos, quienes podemos ser, mas aún si fuimos amados sin condiciones ni
requisitos.
Amar es la
única asignatura que no se promociona, ni permite tibieza.
Amar no se aprende,
viene listo para armar en el paquete que traemos.
Amar es ensamblarse en el
desapego, en la libertad de ser en otro y en aprender a vernos.
Pues amar
tiene un solo propósito, un solo objetivo, que es el despertarnos y mantenernos
despiertos.
Amar es un
verbo que exige conjugarlo siempre en presente continuo, que no construye sobre
pasados ni espera al futuro ni se posterga.
Porque amar no sólo admite enojos, diferencias, y crisis, sino que sin ellas sería una novela. Tener diferencias sin distanciarse por ellas, nos saca las máscaras, pues amarnos develará nuestra esencia.
Amar no conoce
fórmulas, ni errores, porque en el amor todo es posible, en el amor no hay
cláusulas ni contratos, hay tolerancia, aceptación y perdón siempre.
Pero a su vez
amar no monta barreras, no admite mentiras ni secretos, no impone condiciones
ni plazos, amar nunca condena.
Amar es
confiar en la libertad que nos da el hacerlo, amar es compartir sin miedos.
El amor no
juzga, pero si se expresa. Porque el amor no admite juicios o sentencias pues
se resentiría al hacerlo, porque ninguno es poseedor de la verdad, ni es dueño,
ni amo, como tampoco esclavo.
Porque el amor
no prescribe ni muere, solo cambia.
Somos nosotros
los que decidimos soltarlo, tomar distancia, perdiendo contacto, concentrando
nuestra atención en el momento de malestar, en las diferencias, en los
desaciertos y los que respondernos aquellas preguntas que nunca fueron hechas.
Cuando
resistimos al cambio, cuando no admitimos que el presente sea diferente al
futuro que planeamos solos, le quitamos aliento.
Amar es
confiar absolutamente sin escondites ni disfraces, es permitirle al otro tener
acceso a nuestro desván desordenado sin sentir vergüenza.
Amar es
escucharse en el dialogo y entenderse en los silencios.
Amar es
proteger, es cuidar y honrar el desafío que nos demanda hacerlo.
Amar es
transparencia, tolerancia y respeto mutuo, amar es aceptar la insignificancia y
la grandeza siempre transitorias de nuestros roles.
Será
alegrarnos en los logros y sostenernos en tiempo de pérdidas.
Será aprender a
caminar juntos, aunque a veces uno deba jalar o alzar al otro por un tramo
incierto, amar es desarrollar el arte de la paciencia.
Amarás algo, o
a alguien si aprendes a amarte y amar tus sueños, si crees que estas
suficientemente completo para avanzar en tu destino, sin necesitar a nadie más
para hacerlo.
Amar es
posible si aceptas darte cuenta que es una elección y no el azar quien define
el momento.
Porque amar es
un verbo difícil de conjugar aunque nos enseñaron lo contrario, amar es
imperfecto y desnudará sin piedad nuestras mayores miserias al hacerlo.
Ama quien
eres, ama tu vida y registra tus metas.
Ama.
Amar puede ser
posible y siempre estamos a tiempo.
No importa la
edad ni la limitación que sientas.
Ama, elige y
suelta.
Por un año
donde el amor te acompañe con registro consciente.
Norma
Echavarria
8 de enero
2016
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